La chica del bikini azul

5:41 p.m. 3 Comments

Estimado lector:

Acomódese en su silla, respire profundo y prepárese bien, que viene una confesión de mi parte. ¿Está listo? Ahí voy: soy fanática de Luis Miguel!! Y desde bien chica. ¿Quéee? ¿Ya sabía? ¿Pero cómo? ("¿Aquí no hay papah Lay's?") .... si era mi secreto mejor guardado!... ¿O no?

Bueno, a propósito de mi Luismito y siguiendo con las confesiones, hace unos minutos hablando con una amiga me acordé que yo cuando chica fantaseaba con uno de los grandes hits de la carrera de mi ídolo: "La chica del bikini azul". Era lejos la canción con la que más me sentía identificada. Sucede que por esos años la muy cuevuda de mi mamá tenía un pellejo hecho a mano que de puro recordarlo me hace pensar una vez más en la teoría de mi adopción. Estoy segura que un día, quizás cuando ella muera, buscando entre sus cosas me encontraré con los papeles que me darán la razón. Algún día. Pero en fin, volviendo a mi pasado, un hermano de mi papá fue a Brasil y mi madre aprovechando la facha que tenía (ni tonta), le encargó que por favor le trajera de regalo una tanga, que acá estaban empezando a ser moda y, como tal, eran bastante caras considerando la cochiná de género que usaban. A su regreso, mi tío amablemente le cumplió el encargo y le trajo una fascinante tanga azul. Y como claro, regalo para la sobrina también había, atinó a traerme una para mi exactamente igual, pero obviamente de mi talla. Yo no podía creerme más la muerte y me paseaba por la playa de la mano de mi mamá... y usando lo mismo! Yo juraba que me veía igual que ella y hasta me sentía observada. Con los años vengo a entender que no era a mi precisamente a quien miraban, si no a esa guapa veinteañera de rasgos españoles que se paseaba con una cosa chica rubia de ojos verdes. Éramos pa la foto, a decir verdad. Lo único que me cargaba era esa diferencia tan evidente y que tanto me perjudicaba, pues la parte de arriba de la tanga de mi mamá era llenada generosamente por su buen par de pechugas. En cambio yo apenas conseguía mantener en su posición esos dos triangulitos de género que por más que los amarrara, se vivían corriendo a lo ancho de toda mi planicie de niña. Yo moría por verme como ella...

Así fue que cada vez que ponía la radio y sonaba Luismi cantando "La chica del bikini azul" yo juraba a pies juntos que me la estaba cantando a mi y que era yo y nadie más que yo la que lo hacía sufrir por amor.

Solo y triste bajo el sol
En la playa busco amor
Debe haber un lugar para mí

Gentes vienen, gentes van
Olas, agua, luz, y sal
Y en mi piel el calor sube más

De pronto flash!
la chica del bikini azul
De pronto flash
cambió el color del mar

Una y no más
es ella, es mi oportunidad
Yo tengo el as
Y no puedo fallar

De nuevo flash!
la chica del bikini azul
Me mira y flash
hablamos sin hablar

No es posible, no es verdad
Mi cabeza va a estallar
Ya no sé si estoy bien o estoy mal

De pronto flash!
La chica del bikini azul...

Qué simples eran esas fantasías.... después una crece y todo cambia. Muchas veces para peor. Si uno mantuviera esa misma simpleza a la hora de soñar despierto, la vida sería bastante menos idiota.

¿Y usted? Alguna fantasía que quiera compartir en este espacio retorcido?

Saludos,
P.

Payayita

Some say he’s half man half fish, others say he’s more of a seventy/thirty split. Either way he’s a fishy bastard.

3 comentarios:

Tapio dijo...

Mish, el mal de la lagartija.
Ya poh!.. solo debes postear unas fotos de tu madre, aunque creo que ya la alcanzaste. ¡Mamurri!.

Payayita dijo...

jajaja la alcancé sólo entre los 16 y 18 años. Por fiiiiiiiiiiiiiin pudiste loguearte papi shulo!!!

Un beso.. ahí.
Love,
P.

Unknown dijo...

Yo tengo que confesar algo, aunque ya mucha gente lo sabe... Yo quería ser vedette cuando era chica, pero no cualquiera, quería ser como la Maripepa Nieto. Esa gran vedette con su cuerpo lleno de curvas cantando: "fumando espero al hombre que yo quiero". Yo alucinaba al verla con sus plumas y bailaba como ella. Le hacia unos buenos shows a mi abuela y me iba sacando la ropa hasta quedar a potito pelado delante de su horrorizada cara y mi mamá se moría de la risa.
Bueno el estupendo cuerpo nunca lo tuve pero si otros atributos que me hubieran servido. Ahora le bailo a mi gordo no más juajuajua