¿Ser hombre un ratito?

5:54 p.m. 16 Comments

Me encanta ser mujer, pero juro que hay veces en que me dan ganas de sacarme un rato los ovarios y cambiarlos por una buena tula. Hace dos noches una jaqueca de "ésas" me hizo sufrir lo insufrible y por un par de horas renegué totalmente de mi género. Ni masajes, ni un paño frío en la frente, ni la luz apagada, ni altas dosis de paracetamol pudieron con ese dolor de cabeza que más parecía un mal de ojo o castigo divino que un simple malestar. Entonces entre queja y queja, me puse a pensar en lo soberanamente jodido que es esto de caminar por la vida cargando pechugas. Estoy segura que no debe existir una sola mujer en el planeta que, por alguna circunstancia arbitraria de la naturaleza o de la vida, no pensó: "¡¡¿¿Por qué chucha no nací hombre??!!".

La lista de motivos para sentirse tentada con una drástica operación de cambio de sexo es bien contundente. Depilarse las axilas, las piernas, el rebaje, los bigotes, retocarse las cejas y mear sentada. No sólo maquillarse, si no que saber hacerlo para no parecer travesti. Y por supuesto, nuestro peor enemigo: la celulitis, que se acumula en todas partes y que sale por comer con grasa, tomar bebidas gaseosas, falta de ejercicio y cuanta cosa que los hombres suelen hacer y simplemente engordan de forma pareja. Pero no, nosotras acumulamos pelotitas de grasa, más indigno todavía. Usar tacos, que aunque no me gusten, debo hacerlo en las ocasiones especiales, que generalmente incluyen el elemento "baile", y ahí tener que lidiar entre a) asumir el castigo de quedarme sentada en un rincón con cara de plato hondo viendo cómo los hombres se ponen las corbatas en la cabeza y se sacan la camisa del pantalón o b) aguantarme el dolor de patas... y como me gusta harto la shacota, el zangoloteo de la opción A me tienta siempre. Seguimos con las injusticias: la primera vez que duele, da nervios, y es hasta decepcionante porque claro, no se pasa tan bien. El simple hecho de ser mujer implica necesariamente varios castigos orgánicos como la fuckin' regla todos los meses, los cambios de humor, dolor de cabeza, de pechugas, de ovarios, de útero, várices, hasta puntadas en el hombro cuando hacemos ejercicio. Sí, esa puntada en el hombro que todas conocemos, nos da sólo a nosotras. Al menos así me dijo mi profesora de gimnasia. Después hay que darse la lata de tomar pastillas y sus posibles efectos secundarios como subir de peso debido a la retención de líquido, náuseas, jaquecas, siendo la mas grave de las consecuencias el olvidarse de tomarla y quedar embarazada. Aquí entonces vienen los malestares, los vómitos, subir de peso, las estrías, la caida de las pechugas, la pérdida de culo o la adquisición de uno gigante, además de una linda cicatriz de cesárea si es que no tuviste que mamarte un infernal y doloroso parto normal. Y la guinda de la torta: depresión post-parto. Junto a esto, darle pecho al recién nacido, el dolor en los pezones y ya olvidate si además te da mastitis, algo bastante común. Y por si fuera poco, además de dormir poco y nada, hay que soportar una cuarentena del carajo que díganme si todo eso junto después de traer un crío al mundo no es como para convertirse mínimamente en una energúmena.

No conforme con todo esto, cuando ya tu cuerpo te pide cerrar la fábrica, viene la desagradable menopausia: que los cambios de humor, que los bochornos, las resequedades ahi abajo y una serie de cambios fisiológicos que sumando y restando, me pregunto a quién cresta se le pasó por la cabeza llamarnos el "sexo débil". Yo creo que, para ser mujer, hay que tener las pelotas bien puestas. Pero bueno, no importa qué tanto se despotrique algunas veces. Basta pensar en los orgasmos múltiples y las ganas de ser hombre se nos pasa al instante.

Para finalizar quiero decirle a nuestra flamante Presidenta que no se preocupe, ya que después de toda esa horrorosa cantidad de torturas que hay que soportar a lo largo de la vida por el sólo hecho de tener útero -eso que no me largué a detallar los sacrificios de criar una familia-, dirigir este país se le hará prácticamente una tarea escolar.

Saludos,
P.

Foto: "Lisa Lyon"(1982) - Robert Mapplethorpe

Payayita

Some say he’s half man half fish, others say he’s more of a seventy/thirty split. Either way he’s a fishy bastard.

16 comentarios:

Vaya...yo también he tenido jaquecas, pero no puedo opinar acerca de las tuyas al ser originadas por algo que yo no tengo :-P

Espero quee stés mejor,

LZ

Anónimo dijo...

Ser mujer tambi�n tiene sus ventajas. Nadie te obliga a ser deportista si no quieres, puedes llorar a destajo sin que eso te excluya de tu propio g�nero, no tienes que jugar al macho dominante de la manada desde pre kinder, no tienes que tomar la inciativa amorosa si no quieres, no tienes que curarte como tagua para pertecener cuando eres adolescente, puedes estudiar lo que quieras (actualmente no hay carreras s�lo de hombres, pero s� de mujeres... preg�ntenle a Gay Fucker), nadie te exige algo que no quieras hacer (la mayor�a de las mujeres s� quiere trabajar, pero los hombres no queremos ser sensibles due�os de casa), no tienes que hacer el servicio militar si no te da la gana, no tienes que aparentar saber de f�tbol para no ser un leproso social, puedes excitarte sin que los dem�s lo noten, puedes ser llamativa sin que te califiquen de "fleto", puedes hacerle cari�os y saludar a todo el mundo de beso sin que nadie te mira feo, no tienes que afeitarte la cara (salvo casos espec�ficos) y finalmente y aunque la lista podr�a seguir y seguir, no tienes tantos pelos en la raja como para necesitar un bidet cada vez que haces el n�mero 2 (estoy seguro que el bidet lo invent� un franc�s que ten�a un serio problema de tarzanes en su derrier) Un beso y vente luego para Santiasco.

Anónimo dijo...

Wau.. eso sonó rudo. La verdad es que no es grato en ocasiones se mujer pero no te recomiendo el ser hombre. Don Corleone acertó muy bien en lo del macho alfa. Si no te conviertes de pequeño en una máquina que da golpes y los recibe sin dolor pasarás una mala infancia y adolescencia, a menos claro que tus padres te aislen de las cosas entretenidas de ser niño... pero no es la idea.
Por las cosas que nos cuentas es muy bueno para nosotros que "tú" seas mujer. Pasas a ser como el Lagos Webber de las féminas y nos dejas entenderlas un poco mas.

Mil besos
Tapio

PD: y si.. vuelvete a Santiago. pero llama esta vez pendeja rechu#%"·##!

Las mujeres jubilan cuando recién entran en tierna abuelesencia. Listas para cuidar el jardín, regalonear a los nietos y patiperrear con las amigas. Los hombres jubilan cuando la corporación cosmodemónica involucrada te ha chupado hasta los últimos despojos de energía que te quedan, te sueltan sólo cuando ya no eres capaz de levantarte por tu cuenta para ir a trabajar, estás a un paso de estirar la pata, tu mal genio espanta a los que se acercan, los nietos te temen y les meten cuco contigo para que se coman la comida, la cordura te hace la desconocida y tan sólo pensar en sexo te puede producir cáncer a la próstata.

Ah! Vente a santiago! (para no ser menos, digo yo)

Payayita dijo...

Me llama la atención ver que los hombres que han respondido aquí excusan con uñas y dientes una serie de detalles por los que pesa ser hombre, de los cuales su gran mayoría son asuntos SOCIALES, de COMPORTAMIENTO, y que efectivamente demuestran un inconsciente MACHISTA. Que saber de fútbol, que ser el macho de la manada, no poder llorar en público, el tema del trabajo y la jubilación y puras PATRAÑAS y quejas de mariquitas que finalmente se traducen en NADA. Nosotras jubilamos legalmente sólo 5 años antes que los hombres, y ese "retiro abuelístico", para nuestra generación, será una costumbre que dudo disfrutemos, si es que se puede hablar de "disfrutar" porque mientras los hombres se "sacan la chucha trabajando", como tanto se llenan la boca", nuestras abuelas se "sacaban la chucha trabajando en la casa". Cuando las mujeres queremos ser hombre por un rato es, la mayoría de las veces, por causas FISICAS. Los males, dolores y cambios del cuerpo que sufrimos a lo largo de nuestra vida no son cosas que se pueden elegir sufrirlas o no.

Así que métanse sus argumentos por donde mejor les quepa.

PD: gracias, yo tb me quiero volver a Stgo ;)

Anónimo dijo...

���De mariquita nada!!! Entiendo lo del aspecto biologico del cual no puedes huir, pero nosotros tampoco podemos huir de la sociedad en que vivimos. No digo que ser un hombre sea mas dificil que ser mujer, lo que digo es que el pasto del vecino siempre es mas verde y que, cuando se habla de este tema, pareciera que los hombres no tenemos ningun problema y que nuestras vidas son super faciles. Reconozco que biologicamente es infinitamente mas "comodo" ser hombre y que socialmente las mujeres tienen aun muchas trabas que nosotros no tenemos, pero ser hombre tampoco es tan palta y tiene dificultades distintas a las de ser mujer. Y aunque me ofendiste profundamente y me senti atacado por la dureza de tus palabras, vente para Santiago igual.

PD: �Por que reaccionaste asi? �Estas con la ruler? (Es broma... �o no?... Si, es broma)

Payayita dijo...

Jajajaja ay gordo es que justo andaba con la indiada. Voh cachai po, peos matinales atravesados!! No, no ando con la ruler.
Oye se te arreglaron los signos =).

Payayita dijo...

Wuajajajajaja "Tía Clitz" se me había olvidado esa weáaaa!! Jajajajajajajajaa

Payayita dijo...

Toooooooma cachito 'e goma!!!!!
Juajuajua te luciste perra... y sin faltas de ortografía!!! Tai pulida, weona... te leo y me enorgullece ver que todas las innumerables veces que me inflamaste las tetas con tus preguntas de ortografía en la oficina, dieron sus frutos... voy a llorar... parece que lo mío después de todo es la docencia (y la indecencia).

¡Uf! ¡Este posteo resultó más polémico que El Termómetro! Cómo se calientan las minas con esa mierda reivindicativa del “...puta galla que es difícil ser mujer!”.

Así es como veo la cosa:

Payayita, sentada en un banco de la plaza de Osorno, frente a la catedral. Hay tres hombres junto a ella. Payayita suspira.

Payayita (agotada, pero con una sonrisa): ¡Puta, a veces esto de ser mujer es una mierda!

Hombre 1: Si, te entiendo. Pero no te creas, a veces ser hombre también es una mierda.

Hombre 2: Es muy cierto. Ser hombre puede traer consigo un saco de mojones no menor...

Hombre 3: Es verdad. Lo que es yo, me siento miserable.

Payayita se para como resorte.

Payayita: ¡¡Y qué se creen al trío de maricuecas!! ¡¡Que me vienen a lloriquear como perras en celo!! ¡¡Se quejan más que maraca de porno!! ¡¡Ustedes no tienen puta idea lo que es el dolor!! ¡¡Nunca en su puta vida han sentido dolor!! ¡¡¡YO SI QUE SUFRO!!! ¡¡¡YOOOOOO SUFROOO!!!

Hombre 1 retrocede asustado y sudando sangre. Entran Ale y Pepa por la derecha.

Hombre 1: ¡Tranquila Payaya...! Lo que yo te decía es que no es tan terriblemente fácil...

Ale: ¡¡A quién le hablái en ese tonito poltrón reculiao!! “No es tan difícil, no es tan difícil” ¿¿Sabís lo que es la mastitis hueón?? ¿¿Tenís puta idea lo que es esa hueá?? ¡¡No poh, hueón!! Pa’ qué vai a saberlo si nunca vai a tener que pasar por la hueá. Yo no puedo dormir en la noche pensando en cuando me venga esa mierda.

Hombre 1: Pero...

Ale: ¡¡O cuando al pendejo de mierda le salgan dientes y le de por morderme las tetas!! ¡¡ESO ES DOLOR HUEÓN!! ¡¡¡ESA HUEÄ SI QUE ES DOLOR!!

Pepa: ¡¡Y el mismo parto pos, maracos!! ¡¡Si alguna ves, en vez de puros meados y pajas, les sale por la tula un hueón entero, de nueve meses!! ¡¡SE MUEREN HUEONES, SE MUEREN!!

Payayita; Pepa y Ale recogen piedras del pasto y las arrojan sobre los tres hombres que corren despavoridos.

Los tres hombres, al unísono: Payayita, ¿¿Cuando te vienes a Santiago??

Cae el telón.

Bueno. En todo caso, sufrientes, tranquilas, esquizoides, maternales o asesinas, debo decir que soy un admirador fundamentalista del género. Los hombres son más fomes que la mierda. Cariños a las tres, de cuando en cuando las extraño (aunque cada vez menos)

Payayita dijo...

Puta Garcés casi solté el pishí por tu culpa... casi vacié mis intestinos aquí sentada frente al pc... no pongo "jajaja" porque ya pasé por es, ya estoy como en la etapa post-ataque-de-risa, recuperando de a poco el ritmo cardiaco normal y secándome una que otra lágrima, igual que las viejas que se empiezan a reir y por reflejo automático sacan el pañuelo debajo de la manga porque empieza el jugoseo por los ojos y hasta la nariz si el entusiasmo es mucho.

Un beso mi washo y sí, nosotras también te echamos de menos.

P.

Anónimo dijo...

Creo que la representaci�n de Zelig habla por m�, pero me gustar�a agregar algo m�s. Lo de tener las guaguas, amamantarlas y quedar con las tetas a la altura del subsuelo 3, evidentemente y por motivos biologicos es una carga de ustedes, pero el resto de las tareas que Ale enumera no y ah� depende mucho de quien da el afrecho si se comparten o no. Evidentemente y, a menos que sea trate de un hombre con caracter�sticas de santo, si la mujer se atribuye y realiza todas estas tareas, cualquiera se aprovecha del panico y mueve menos el culo que Luciana Salazar sin lucas de por medio. Pero, en una pareja moderna y donde la mujer no aguanta huevadas, deber�an estar equitativamente repartidas. En mi caso, mi d�a no termina a las siete de la tarde y cuando termino de trabajar no llego a mi casa a ser servido como un raj�: Comparto las tareas con mi mujer en igualdad de condiciones. Con respecto a las mujeres que hacen una doble labor y no es pagada, sugiero que:
a) Le digan al marido que conatrate alguien que los ayude
b) Deje de hacer las cosas de la casa y cuando el tipo est� hundido en sus propias heces, decidir� limpiarlas (eso hizo mi suegra hace m�s de 30 a�os y hoy mi suegro es lo m�s cooperador que hay)
En cuanto a los padeciemientos f�sicos nada puedo objetar, pero hoy en d�a los hombres tambi�n tenemos que ponernos la falda muchas veces en la casa y, si no lo hacemos, es porque nos dejan no hacerlo. ���Y no soy ningun mariquita!!!

Anónimo dijo...

Eso!.. a quién le dicen mariquitas?. Mi gusto por las sartenes tiene directa relación con mi pasión por la cocina,¡no con mis tendencias sexuales!.
Eso que dice Don Corleone esta 100% en lo cierto. Ningún género es mejor ni pero que el otro. Los dos son una mierda y un alivio cuando comparas algunas de las tareas de tu vecino. La gracia de esto esta en la convivencia. Estas cosas se hacen de a dos.
Para las que todavía vean a su papá sentado mientras su madre trabaja como Isaura, mejor le recomiendan un buen divorcio con una buena demanda. Hace rato que ya que deberían saber que viven y conviven con personas que el machismo lo dejamos de lado, y los hueones que no entiendan eso se van a quedar sin sexo lueguito... o a pura mano.
No se sulfuren mis chanchis que el fin primero de todo esto era compartir que no siempre tu vecino esta mejor (aunque parece que no fue la mejor idea).

Un beso a todas (Zelig y Corleone la manito no más, ya explique lo de las sartenes).

Tapio

Payayita dijo...

Chuuuu yo si estuviera allá agancharía al tiro con la juntación!!

Yo estoy desocupado todos los días desde las 18:00 hrs aprox. Preferiría un sábado porque el domingo es el único día en que no hago nada en la mañana.

Pero no me niego a cualquier otro día

Anónimo dijo...

como hombre debo decir que tanto las mujeres como los hombres tenemos nuestras ventajas y desventajas asi como ustedes las mujeres cargan con pechugas nosotros los hombres tenemos que traer colgando un par de cocos en la entrepierna a parte de que tenemos que sentarnos con las piernas bien abiertas ya que si no nos las apretamos y tambien asi como ustedes tienen dolor de ovarios los hombres sufrimos a cada cierto tiempo el famoso dolor de cocos, que es cuando andamos con las bolas hinchadas, asi que tanto los hombres como las mujeres tenemos pro y contras, no se si a todas las mujeres como dices les gustaria ser una buena tula con dos cocos colgando toda la vida.