The Call
Me siento mal. Me siento tonta. Totalmente pendeja.
Resulta que mis papás se separaron a fines de septiembre. Como saben mis amigos, mi familia llevaba radicada un tiempo en Quilpué y tras una larga y eterna crisis, mi papá se subió a un bus y volvió a Osorno. Allá vive en la casa de mi abuelo, junto a dos de sus hermanos. Salvo una llamada telefónica para mi cumpleaños el día 28 septiembre, no he vuelto a hablar con él.
Se me hace difícil explicar por qué no he querido comunicarme con mi papá en todo este tiempo sin tener que caer en la desagradable tarea de hablar mal de él en un sitio tan público como éste, cuando sé que no corresponde. Sólo se me ocurre decir que desde que tengo memoria arrastro tantos conflictos por culpa de su eterna inmadurez e insoportable temperamento. Hoy he ido entendiendo que crecí con miedo. Y sola.
La separación de mis padres ha tenido un enorme efecto en mí, pues como nunca antes he podido tener larguísimas conversaciones con mi mamá en las que hemos hablado de nuestros más profundos dolores, entender nuestra historia, disculpar nuestros errores y aprender de ellos. Nadie dijo que hacer familia es fácil, y ambas hemos comenzado de la mano una especie de camino a la sanación.
Aquí viene mi tonto conflicto: mi abuelo está de cumpleaños mañana y la sola idea de que quizás mi papá me conteste el teléfono me complica. No quiero tener que preguntarle "¿cómo estás?" y que comience con su larga lista de quejidos, porque hay que reconocer que Osorno es una ciudad maldita, destinada a podrirse. No quiero ser oído para alguien que en mi infancia era mano pesada y boca venenosa.
Sólo quiero hablar con mi abuelo, desearle un feliz cumpleaños y decirle que no lo olvido.
Resulta que mis papás se separaron a fines de septiembre. Como saben mis amigos, mi familia llevaba radicada un tiempo en Quilpué y tras una larga y eterna crisis, mi papá se subió a un bus y volvió a Osorno. Allá vive en la casa de mi abuelo, junto a dos de sus hermanos. Salvo una llamada telefónica para mi cumpleaños el día 28 septiembre, no he vuelto a hablar con él.
Se me hace difícil explicar por qué no he querido comunicarme con mi papá en todo este tiempo sin tener que caer en la desagradable tarea de hablar mal de él en un sitio tan público como éste, cuando sé que no corresponde. Sólo se me ocurre decir que desde que tengo memoria arrastro tantos conflictos por culpa de su eterna inmadurez e insoportable temperamento. Hoy he ido entendiendo que crecí con miedo. Y sola.
La separación de mis padres ha tenido un enorme efecto en mí, pues como nunca antes he podido tener larguísimas conversaciones con mi mamá en las que hemos hablado de nuestros más profundos dolores, entender nuestra historia, disculpar nuestros errores y aprender de ellos. Nadie dijo que hacer familia es fácil, y ambas hemos comenzado de la mano una especie de camino a la sanación.
Aquí viene mi tonto conflicto: mi abuelo está de cumpleaños mañana y la sola idea de que quizás mi papá me conteste el teléfono me complica. No quiero tener que preguntarle "¿cómo estás?" y que comience con su larga lista de quejidos, porque hay que reconocer que Osorno es una ciudad maldita, destinada a podrirse. No quiero ser oído para alguien que en mi infancia era mano pesada y boca venenosa.
Sólo quiero hablar con mi abuelo, desearle un feliz cumpleaños y decirle que no lo olvido.
5 comentarios:
Las única solución que se me ocurre es igual de pendeja. Casi Seinfeldiana. (Puro George Costanza). Incluye impostación de la voz y suplantación de personalidad
Puta amiga que lata no haber leído este post antes porque ya sé lo que pasó pero para un futuro habrá que puro hacerse la hueona y preguntar un como estas tan hueon y atontado como el que le dices al señor del kiosco, sin ninguna importancia, casi como frase reflejo dicha porque sí. También las soluciones Seinfeldianas de César no son mala opción como apenas empiece a dar la lata simular sonido de interferencia, bocinas de transantiago o la clásica, ponerte como a contestarle a alguien que supuestamente está contigo y te pregunta algo
Puta las familias que a veces nos sacan canas verdes. Siempre hay algo que nos jode la existencia y que vivimos conteniendo, pero bueno, menos mal podemos elegir los amigos, porque tú eres de las buenas hija mía.
Ufff.. es tarde para dar un consejo, que ciertamente sería un estúpido y disfuncional consejo.
Solo te deseo fortaleza y espero que hayas resuelto todo de la mejor manera posible.
Un abrazo y un besito mi niña, espero nos veamos algún día. Ya ha pasado mucho tiempo.
Besos
T.
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